El término “brewing” abarca el variado y fascinante mundo de los cafés de filtro, es decir métodos de extracción de café mediante filtrado o infusión.
El café de filtro por ejemplo (que sigue siendo uno de los métodos de extracción de café más antiguos, pero que en los últimos años está empezando a cobrar nueva vida y es considerado por muchos jóvenes como una verdadera moda) se base en la técnica de filtrado, es decir el paso de un líquido a través de una masa porosa.
Los primeros instrumentos que se utilizaron para esta operación fueron paños de lino.
La revolución del café de filtro fue impulsada por una ama de casa de Dresda, Melitta Bentz.
La ingeniosa Melitta en lugar de utilizar, como de costumbre, un paño de lino como filtro, utilizó una hoja de papel que tomó del cuaderno de su hijo, obteniendo un resultado sorprendente.
Hoy existen los más variados métodos de extracción por filtro.
En general, el café molido se introduce en un filtro de papel ubicado dentro de un recipiente perforado, sobre una jarra.
Se vierte agua a unos 94°, que filtra atravesando el polvo molido.
Se pueden utilizar específicas máquinas-filtro o bien equipos para realizar manualmente la extracción, en este caso se habla de hand-brewing y es muy común en el norte de Europa y los Estados Unidos.
La cantidad recomendada de café molido es 60 g/L de café, con un tiempo de contacto de 2-5 minutos, dependiendo del método utilizado y del resultado deseado.
Se obtiene así una bebida que tiene cuerpo ligero que se asemeja a una infusión agradable.